Visitantes

martes, 19 de diciembre de 2017

SEGUIMOS SIENDO UN PAÍS AL REVÉS: GOBERNANTES Y JUECES MANEJAN UN AUTOMÓVIL CON UNA SOLA MARCHA


Todo aquel que se detiene unos minutos a analizar la realidad argentina, llega a la inevitable conclusión de que nuestro país es como un automóvil, que solo tiene marcha atrás. Una caja con un solo cambio: hacia atrás.  Esto tiene relación con todo lo que se ha visto estos últimos días y especialmente ayer, lunes, en las inmediaciones del Congreso de la Nación.

Cuando se anunció que la seguridad exterior del Palacio Legislativo iba a estar a cargo de la Policía de la Ciudad, era válido pensar que el desborde de los manifestantes (mejor dicho, de los revoltosos) iba a ser inevitable. Y eso estuvo muy cerca de suceder.


Fue deplorable y muy triste ver las imágenes de una policía que permanecía en actitud pasiva mientras era atacada brutalmente no solamente con piedras y cualquier otro objeto contundente, sino también con armas tumberas.


Mientras tanto, en el recinto de la Cámara de Diputados de la Nación algunos legisladores de la oposición (kirchneristas y de la izquierda) se quejaban a los gritos de la "brutal represión que está realizando la policía" (¡¡??).


Fue deplorable y muy triste, también, observar cómo la policía escapaba ante el avance de cientos de revoltosos. Allí se podría haber producido una carnicería... El resultado final de 82 policias heridos, algunos de ellos de gravedad, no tiene antecedentes en la historia de Argentina.








Alguien tiene que denunciar, por lo menos públicamente, al irresponsable funcionario que dio la orden a la policía de mantenerse en actitud pasiva frente a las agresiones. No hay ninguna duda de que los mandaron al muere... Y esto, que podría haber sido mucho más grave, con policias muertos,  no ocurre en ningún país del mundo.


Con lo sucedido, el gobierno trató de demostrar a los opositores que las fuerzas de seguridad no hacen represión. Esa es la absurda imagen que se quiso mostrar. Ver por televisión cómo algunos policias tomaban las piedras que les habían arrojado sus agresores y se las arrojaban a los revoltosos, fue vergonzoso.


Y a todo lo aqui señalado, hay que agregar la frutilla del postre: la orden de la magistrada Patricia López Vergara, jueza en lo Contencoso Administrativo y Tributario Nº 6 de la Ciudad de Buenos Aires, prohibiendo a la policía hacer uso de las armas de fuego ((¡¡??).


Es increible pero es real.  Se trata de una jueza que es un mamarracho y que ha declarado públicamente que "me encanta hacer el ridículo".


Si desea hacer el ridículo, que lo haga, pero esa actitud no la puede trasladar a sus decisiones o a sus fallos. No hay dudas: Argentina sigue siendo un país al revés, con gobernantes y con jueces que manejan un automóvil con una sola marcha: la que conduce hacia atrás...

No hay comentarios:

Publicar un comentario